Eje Temático III: Relaciones de Complemantariedad.
Indicador de logro: Reconoce la afectación de los estereotipos en los roles de género en la familia y la escuela.
Cita del día: "No me gustan las etiquetas. Te limitan, y yo no quiero límites." MADONNA
Los estereotipos son conductas, actitudes y aptitudes que la sociedad espera de algunos individuos en particular, modelos generalizados en un colectivo o comunidad y que son aceptados por la mayoría. En otras palabras, se van arraigando en la sociedad de forma tal que se puede identificar como un conjunto de características que definen a las personas.
El estereotipo es una idea generalizada basada en suposiciones de cómo es o debe ser una persona a partir de características como su sexo biológico, su orientación sexual o su identidad o expresión de género.
Cada cultura elabora sus propios estereotipos de género que dependen de los roles en los marcos sociales en los que se construyen; sin embargo, numerosos estudios han encontrado elementos en común universales. Los estereotipos de género se incorporan a través del aprendizaje en la socialización y no existe justificación racional; sin embargo, influyen en actitudes y conductas; por ello son utilizados con frecuencia en la mercadotecnia, la publicidad, el cine y los medios de comunicación.
Las concepciones de género al ser estereotipadas cumplen la función, entre otras, de completar la información cuando ésta es ambigua con respecto a determinado grupo social.
Cualquier estereotipo, sin importar sus características, es irracional y podría suponer consecuencias negativas para los afectados. Los estereotipos de género definen el rol de una persona en función de su sexo y, con ello, están estableciendo las metas y expectativas sociales tanto del hombre como de la mujer. De este modo se marcan una evolución y desarrollo diferentes desde la infancia que podrían dan lugar a situaciones de desigualdad y de discriminación.
Los estereotipos de género adquieren fuerza en función de la cantidad de personas que los comparten, convirtiéndose en ideas difícilmente refutables, y que solo pueden ser corregidos o desmontados con herramientas como la educación.
Pueden ser negativos, positivos o neutros, pero en cualquier caso marcan los roles y el desempeño tanto de los hombres como de las mujeres desde la infancia, generando en muchos casos situaciones de desigualdad y discriminación. ¡Los hay de todas clases!
Por ejemplo, socialmente, a los hombres se les vincula con cualidades como la valentía, el carácter dominante, la racionalidad, la fortaleza o la eficacia, entre otras. A la vez, la figura femenina es sinónimo de sustantivos como la fragilidad, la inestabilidad, la sumisión, la dependencia, la falta de control de sí misma, la pasividad o frivolidad.
Este tipo de ideas se repiten con tanta frecuencia y determinación, que al final acaban por ser aceptadas de forma natural por los miembros de una sociedad, limitando de paso muchas otras opciones de desarrollo personal por fuera de dichos estereotipos.
Los estereotipos más comunes son los que se relacionan con el género de las personas, en ellos se atribuyen roles, rasgos y actividades que caracterizan y distinguen a las mujeres de los hombres. Por ejemplo, los niños se visten de azul y las niñas de rosa, las mujeres son sentimentales y emocionales mientras que los hombres son racionales y no tienen derecho a llorar, se espera que los niños practiquen más la bicicleta y que las niñas se inclinen por las muñecas.
Los estereotipos de género se construyen a partir de la diferencia biológica entre los dos sexos. Se inculcan desde la infancia en el seno de la familia y, junto con una serie de valores y costumbres, terminan fijando lo que es “propio” del hombre y lo que es “propio” de la mujer.
Desde el hogar se van formando los estereotipos de género, donde cada ser humano desde sus primeras etapas de vida va asumiendo poco a poco los prejuicios y estereotipos según la percepción de cada individuo, esto ya que van acondicionándose a la sociedad, la cultura y al mundo del modo que lo concibe: hoy conocerás cuáles son esos comunes estereotipos en la escuela y cómo influyen en la percepción del mundo que tiene el joven.
Es importante destacar que por todo el mundo se establecen los estereotipos en la escuela, pudiendo presentarse por distintos factores comunes que unen a los estudiantes y maestros por grupos. Algunos de ellos pueden ser de tipo social, cultural o religioso.
¿Cómo se generan los estereotipos en la escuela?
Es en el entorno familiar cuando los niños son bebés que comienzan a absorberse los estereotipos. Sin embargo, en el periodo escolar se desarrollan y condensan; son acontecimientos naturales en los seres humanos mientras que los individuos forman su identidad y definen su comprensión de los diversos tópicos del contexto que les rodea, justo cuando asimilan la información de las cosas, las personas y las entidades de su entorno.
Los estereotipos en la escuela, aún así, se tratan de equilibrar por medio de la coeducación infantil que se implementa para fomentar el respeto y la tolerancia entre hombres y mujeres.